Los demonios son espíritus malignos que se oponen a Dios y al pueblo de Dios. Estos demonios parecerían ser ángeles caídos referenciados principalmente en el Nuevo Testamento: 2ª Pedro 2:4 y Judas 6.
Mateo 4:24: “Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos lo que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los sanó.”
Mateo 8:28: “Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.”
Marcos 3:22: “Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera a los demonios.”
Lucas 4:35: “Y Jesús le respondió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces, el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno.”
Juan 8:48-49: “Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio? 49Respondó Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis. ”
Los demonios son seres espirituales sin forma física; son espíritus malignos que se oponen a Dios y Su obra. Ellos fueron creados posiblemente antes que el mundo fuera y así como Satanás, se alejaron de Dios en rebeldía. Algunos piensan que Apocalipsis 12:4 es una referencia a la tercera parte de los ángeles caídos los cuales se convirtieron en demonios.
El término “demonio” viene del Griego “daimon”. Los demonios se encuentran en el Nuevo Testamento como seres capaces de poseer a personas (Mt 8:28-34; Mr 5:1-4); y animales (Mt 8:32). Estos demonios son muy fuertes (Mr 5:4); son también llamados espíritus inmundos (Lc 8:29), parece que tienen una jerarquía de mando en su mundo demoníaco (Mt 12:24-27) y se les ofrecen sacrificios (1 Co 10:20). Ellos también serán juzgados en el futuro (Mt 8:29) y no serán redimidos.
Pablo reconoció las fuerzas demoníacas y se refirió a ellas como principados (Ro 8:38) y que nosotros luchamos contra ellos (Ef 6:11-12). Él habla de ellos en lugares celestiales, pero no el lugar donde Dios habita, sino un área sobre la tierra.
Jesús pudo echar fuera demonios de personas demoníacamente poseídas (Mt 8:32) y fue acusado de estar poseído (Jn 7:20; 8:48).
Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se postró a sus pies.”
Los Demonios afectaban a aquellos que poseían en diferentes maneras. Esto causó a algunos quedar mudo (no podían hablar), causó la ceguera, la incapacidad para escuchar, ser salvaje, de poseer una fuerza sobrehumana, y al parecer locura (Mateo 9: 32, 33, Mateo 12: 22; Marcos. 9: 25; Mateo 8: 28.; Marcos 5: 2-4.; Marcos 5: 5).
“y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios”
Las mujeres que acompañaban a Jesús
8:1 Después, Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce
8:2 y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios;
8:3 Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes.
Algunos demonios son peores y más fuerte que otros demonios, comparativamente hablando ( Marcos 9: 17-29).
“Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron. Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo. Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño. Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto. Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó. Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.”
Durante la edad de la posesión demoníaca, los demonios fueron capaces de entrar y salir de una persona a voluntad (Lucas 11: 24, 25).
También fueron capaces de tomar posesión de los animales (Marcos 5: 13).
“Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron”
Los demonios eran capaces de hablar a través de la boca de aquel a quien ellos poseían, el caso del endemoniado de Gadara (Marcos 5: 7-10).
“ Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo. Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región”
Los demonios poseían conocimiento, esto es visto de su reconocimiento de Jesús como el Hijo de Dios y ellos además sabían su destino (Marcos 5:7, Mateo 8: 29.).
“Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.”
Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?” De los demonios se dice que habitaban en regiones desiertas. Leemos de ellos en las montañas, entre las tumbas, y en lugares secos, sin agua (Marcos 5: 5; Marcos 5: 2; Lucas 11: 24.).
“Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras”
“Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo”
Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí.”
Sin embargo, las Escrituras enseñan que si resistimos al diablo, éste huirá (Santiago 4: 7).” Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” Por lo tanto, nuestra pregunta se refiere a la morada en el cuerpo de una persona de los demonios. Un versículo importante en la determinación de la respuesta a nuestra pregunta es Lucas 10: 18. “… Yo veía a Satanás”, dijo Jesús a sus discípulos “,Y les dijo: caer del cielo como un rayo. .” la declaración de Jesús claramente hace referencia a la derrota de Satanás y la disminución de sus poderes. El texto de referencia de la declaración de Jesús tiene que ver con. los setenta que envió y que les dio poder sobre el mundo demoníaco, para echar fuera demonios. y que le dijeron: “hasta los demonios se nos sujetan en tu nombre” (verso. 17).por lo tanto, da a entender el tipo de posesión demoníaca de la que leemos en el Nuevo Testamento que ha sido de una duración limitada, así como las capacidades milagrosas fueron limitadas en su tiempo (I Corintios 13: 8-10.). La posesión demoníaca no continuaría al pasar el tiempo de la entrega de los medios milagrosos Colosenses 2: 15 (“y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.”):
Los ” principados y a las potestades “que se hace referencia aquí son los formidables enemigos que al hombre habían mantenido en sujeción, y le impedían servir a Dios. No puede haber ninguna duda, creo, que el apóstol se refiere a los espíritus malignos que habían usurpado el dominio sobre el mundo. El Salvador, por su muerte, arrebató el dominio de ellos, y se apoderó como un conquistador se apodera de su presa. Satanás y sus legiones habían invadido la tierra y sus habitantes estableciendo un cautiverio, y sometiendo a las personas a su reino del mal. Cristo, por su muerte, somete a los invasores y rescata a los que habían sido sometido “(Barnes en el Nuevo Testamento, vol. 7, pág. 266).
Curación de un endemoniado epiléptico
Mateo 17, 14-20 / Marcos 9, 14-29
9:37 Al día siguiente, cuando bajaron de la montaña, una multitud vino a su encuentro.
9:38 De pronto, un hombre gritó: "Maestro, por favor, mira a mi hijo, el único que tengo.
9:39 Cada tanto un espíritu se apodera de él y se pone a gritar; lo sacude con violencia y le hace echar espuma por la boca. A duras penas se aparta de él, dejándolo extenuado.
9:40 Les pedí a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron".
9:41 Jesús le respondió: "Generación incrédula y perversa, ¿hasta cuándo estaré con ustedes y tendré que soportarlos? Trae aquí a tu hijo".
9:42 El niño se estaba acercando, cuando el demonio lo arrojó al suelo y lo sacudió violentamente. Pero Jesús increpó al espíritu impuro, curó al niño y lo entregó a su padre.
9:43 Todos estaban maravillados de la grandeza de Dios.
9:38 De pronto, un hombre gritó: "Maestro, por favor, mira a mi hijo, el único que tengo.
9:39 Cada tanto un espíritu se apodera de él y se pone a gritar; lo sacude con violencia y le hace echar espuma por la boca. A duras penas se aparta de él, dejándolo extenuado.
9:40 Les pedí a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron".
9:41 Jesús le respondió: "Generación incrédula y perversa, ¿hasta cuándo estaré con ustedes y tendré que soportarlos? Trae aquí a tu hijo".
9:42 El niño se estaba acercando, cuando el demonio lo arrojó al suelo y lo sacudió violentamente. Pero Jesús increpó al espíritu impuro, curó al niño y lo entregó a su padre.
9:43 Todos estaban maravillados de la grandeza de Dios.
Lucas 4, 33-37
1:23 Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a gritar:
1:24 "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios".
1:25 Pero Jesús lo increpó, diciendo: "Cállate y sal de este hombre".
1:26 El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese hombre.
1:27 Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: "¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!"
1:28 Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.
1:24 "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios".
1:25 Pero Jesús lo increpó, diciendo: "Cállate y sal de este hombre".
1:26 El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese hombre.
1:27 Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: "¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!"
1:28 Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.
5:2 Apenas Jesús desembarcó, le salió al encuentro desde el cementerio un hombre poseído por un espíritu impuro.
5:3 Él habitaba en los sepulcros, y nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas.
5:4 Muchas veces lo habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarlo.
5:5 Día y noche, vagaba entre los sepulcros y por la montaña, dando alaridos e hiriéndose con piedras.
5:6 Al ver de lejos a Jesús, vino corriendo a postrarse ante él,
5:7 gritando con fuerza: "¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo de Dios, el Altísimo? ¡Te conjuro por Dios, no me atormentes!"
5:8 Porque Jesús le había dicho: "¡Sal de este hombre, espíritu impuro!"
5:9 Después le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?" Él respondió: "Mi nombre es Legión, porque somos muchos".
5:10 Y le rogaba con insistencia que no lo expulsara de aquella región.
5:11 Había allí una gran piara de cerdos que estaba paciendo en la montaña.
5:12 Los espíritus impuros suplicaron a Jesús: "Envíanos a los cerdos, para que entremos en ellos".
5:13 Él se lo permitió. Entonces los espíritus impuros salieron de aquel hombre, entraron en los cerdos, y desde lo alto del acantilado, toda la piara -unos dos mil animales- se precipitó al mar y se ahogó.
5:14 Los cuidadores huyeron y difundieron la noticia en la ciudad y en los poblados. La gente fue a ver qué había sucedido.
5:15 Cuando llegaron a donde estaba Jesús, vieron sentado, vestido y en su sano juicio, al que había estado poseído por aquella Legión, y se llenaron de temor.
5:16 Los testigos del hecho les contaron lo que había sucedido con el endemoniado y con los cerdos.
5:17 Entonces empezaron a pedir a Jesús que se alejara de su territorio.
5:18 En el momento de embarcarse, el hombre que había estado endemoniado le pidió que lo dejara quedarse con él.
5:19 Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a tu casa con tu familia, y anúnciales todo lo que el Señor hizo contigo al compadecerse de ti".
5:20 El hombre se fue y comenzó a proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había hecho por él, y todos quedaban admirados.
Los demonios existen aunque uno no crea en ellos. Ellos son tan reales como tu y yo. En la biblia Jesus habla mucho de ellos. Jesus saco mucho demonios. Y aunque nosotros no creamos en ellos no dejan de existir.
Ponte la armadura de Dios para que puedas resistir en los tiempos malos. Vendran a nosotros muchas tentaciones y si no estamos listos, firmes con Dios. Podemos caer en las garras de los Espiritus malos. Por eso es importante alejarnos del pecado, orar y leer la palabra. Confesar nuestros pecados a Dios para que seamos perdonados.
Si nosotros seguimos a Dios con nuestras vidas; nos vestimos con Su armadura y dependemos de Su fuerza (no la nuestra) (Efesios 6:10-18), no tenemos nada que temer de las fuerzas del mal, porque ¡Dios gobierna sobre todas ellas!
Hay mucho de que hablar en este tema. Durante la semana pasaremos varios sitas en la biblia de este tema.
Dios los Bendiga!
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